El doble filo del conocimiento

Libro del profeta Oseas 4.6: Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

 

En el plano humano el conocimiento, según el sitio web “Wikipedia” se define como: 1) Hechos o información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad; 2) Lo que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo determinado o a la totalidad del universo; 3) Conciencia o familiaridad adquirida por la experiencia de un hecho o situación; 4) Representa toda certidumbre cognitiva mensurable según la respuesta a «¿por qué?», «¿cómo?», «¿cuándo?» y «¿dónde?».

 

Todo lo relacionado a las características y evolución del conocimiento está contenido en una rama de la filosofía llamada “epistemología” también llamada la “teoría del conocimiento”. Dice además el sitio web “Wikipedia” que la epistemología estudia las posibles formas de relación del conocimiento entre el sujeto y el objeto. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propio de la persona.

 

Si vamos a las fuentes de diferentes autores, nos daremos cuenta que hay un sin número de teorías e ideas que tratan de reflexionar sobre el conocimiento y darle razón de ser a las mismas para su comprensión y aplicación. De igual modo, este conocimiento se ha sistematizado a través de lo que se denomina el “método científico”. Este método trata, por medio de pasos diversos, de llegar a la conclusión de un fenómeno que explica la razón de su accionar, esto produce información concreta que se vuelve “conocimiento” el cual se utilizará para referencias futuras en el quehacer humano.

 

El método científico se define, según el sitio web “Wikipedia”, como: una metodología para obtener nuevos conocimientos, que consiste en la observación sistemáticamediciónexperimentación, y la formulación, análisis y modificación de hipótesis.

 

Viendo estas breves aseveraciones, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el conocimiento juega un papel importante en la vida del ser humano, de tal modo, que la falta o no de este, influiría negativa o positivamente en las circunstancias de la vida a las cuales nos enfrentamos. El conocimiento usado de manera prudente hace bien a nuestras vidas y trae empatía alrededor de las personas que amamos y valoramos.

 

Dios mismo ve el conocimiento como un medio para que el ser humano se pueda acercar a Él con conciencia pura y voluntad sujeta a su propósito eterno. Por esta razón, le dice a su pueblo Israel que la causa de su destrucción fue la falta de conocimiento. El no conocer la voluntad de Dios, sus principios, normas, leyes, les llevaron a la destrucción repentina. La falta de conocimiento le costó el pasar de una nación poderosa y temible, rica y gloriosa, a simples esclavos que estuvieron a la merced de varios imperios antiguos a los cuales fueron hechos cautivos hasta reducirlos a la más humillante servidumbre.

 

Muchos de nosotros, hemos tenido la oportunidad de adquirir cuantos conocimientos hemos anhelado y ambicionado. Hemos estudiado en universidades y alcanzado las mejores notas hasta el punto que hemos obtenido lauros académicos y reconocidos por la sociedad y nuestro medio por el desempeño realizado, sin embargo, estos logros no han sido suficientes porque falta algo para que esto tenga sentido y razón existencial.

 

 

En el plano espiritual, el conocimiento se ve desde una óptica diferente. Aquí el conocimiento tiene otro propósito y va de la mano con los principios de Dios. En el sentido humano, el conocimiento se usa para alardear y vernos por encima de los demás; aunque con una falsa humildad decimos que ese no es la razón para adquirirlo, pero en el fondo lo gritamos y en la manera en que lo usamos quedamos al descubierto. No valen explicaciones ni justificaciones, nuestros hechos nos desmienten. El conocimiento también se usa para engañar, aplastar, imponernos, humillar y hasta para ponerle sombra a la luz de otro para que no brille con su propia luz.

 

Por esta razón, el apóstol Pablo decía a los corintios lo siguiente: “…sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica”. Entonces, podemos afirmar que lo que nos ayudará a usar correctamente el conocimiento que poseemos es el amor. El apóstol Pablo señala que el amor es la vacuna que nos evitará usar el conocimiento de manera egoísta con el cual atropellamos a los demás.

 

En la epístola del apóstol Santiago capítulo 3, versículos 15 y 16, encontramos una información que nos ayudará a entender que existen dos tipos de conocimiento. El apóstol Santiago dice que hay conocimiento diabólico. Los textos a los cuales nos referimos dice lo siguiente: “Esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay confusión y toda obra perversa.”. El apóstol Santiago, en estos versículos establece que el conocimiento humano es terrenal, animal y diabólico y las razones por las cuales lo es. Tremendas palabras y además muy fuertes.

 

Ahora veamos que dice el apóstol Santiago en los versículos 17 y 18 acerca del conocimiento que es bueno y no hace daño a nadie: “Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen paz”. Como ustedes pueden ver, este es el tipo de conocimiento que Dios quiere que nosotros poseamos, no el que humilla, pisotea, se impone, se mira por encima de los hombros de los demás, no es el que te hace creer que eres el único. Dios nos permita entender su voluntad, agradable y perfecta. Dios nos ayude a comprender que el conocimiento que tenemos es para ponerlo al servicio de los demás. Usarlo para el bien común, nuestra familia, por ende, nuestra sociedad.

 

Autor: David Sandoval/ Apóstol de la organización Bendecidos en su Reino, Inc

“Mi reflexión sobre la fiesta religiosa de cada 21 de enero en RD”

El día 21 de enero de cada año en la República Dominicana se celebra una fiesta religiosa promovida y patrocinada por la iglesia católica, apostólica y romana, la cual denominan: “día de la virgen de la altagracia”. Según la creencia de la iglesia católica, “la virgen de la altagracia” es la patrona espiritual de la República Dominicana. Dicho argumento ha sido aceptado por la mayoría de los dominicanos, basta con afirmar como al principio lo hemos dicho que, el día 21 de enero de cada año, feligreses católicos a lo ancho y largo de la geografía nacional celebran con devoción la fiesta a dicha “patrona” rindiendo culto y veneración. Y no solo eso, sino que además la mayoría de feligreses, días antes, van rumbo hacia la ciudad de Salvaleón de Higuey, la provincia Altagracia para hacer promesas de devoción o pagar las que ya se han hecho en años anteriores.

Algunos de esos feligreses, van a pie desde su lugar de origen, otros van en vehículos diversos para hacer la celebración a la que nos hemos referido en líneas anteriores en esta reflexión. Antes de seguir exponiendo el criterio que estoy compartiendo con los lectores de esta reflexión, quiero dejar claro que mi intención no es obligar ni imponer a alguien mis ideas ya que, comprendo que cada quien es libre de pensar y creer en lo que quiera, aunque sin ignorar, que tengo el deber ineludible de dilucidar a la luz de las sagradas escrituras (católica o evangélica) todo aquello que corresponda o no a lo relacionado a nuestra relación con Dios y el modo de obedecer sus principios para amarle, honrarle y agradarle.

Esta realidad espiritual en la que vive nuestra nación, no es para menos, si tomamos en cuenta que quienes colonizaron nuestra isla (los españoles) además de conquistar estas tierras, también trajeron su cultura, idioma, modo de vida y religión la cual ha sido transferida de generación en generación hasta nuestro días hasta el punto que el mismo estado dominicano se encuentra casado con la religión católica a raíz del concordato con el vaticano firmado por el entonces presidente de la República Rafael Leonidas Trujillo Molina en el año 1954, el cual profundizó las relaciones político-religiosas entre nuestra nación y la iglesia católica, y como resultado de dicho concordato, la misma se estableció como religión oficial del estado dominicano. (1)

Sin embargo, a la luz de las sagradas escrituras, podemos afirmar vehementemente que el pueblo dominicano cada vez que celebra dicha fiesta religiosa se está exponiendo a los juicios de Dios ya que, dicha práctica le quita la adoración que es solo de Él y de nadie más. Cuando satanás le sugirió a Jesús en el desierto que lo adorase, Jesús le respondió textualmente: “escrito está solo a tu Dios adorarás y a Él solo servirá”. El mismo Jesús, el hijo de Dios, expresó en estas palabras lo grave que es que el ser humano busque un sustituto de Dios para adorar cuando en realidad el ser humano fue creado para alabanza de su gloria y adoración. Leemos en el libro de Éxodo capitulo 20 y los versos 1 hasta el 5 lo siguiente:

1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2 Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
3 No tendrás otros dioses delante de mí.
4 No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y muestro misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. (2)

Observe estimado lector como Dios establece claramente que su adoración no debe ser dada a otro que no sea a Él. Explica estos versos que Dios condena y desaprueba la idolatría. ¿Y que es la idolatría? Sencillo, la idolatría se define como la adoración y culto ofrecido a las imágenes construidas por seres humanos. Muchos católicos que leerán esta reflexión se excusarán diciendo que ellos no están practicando la idolatría porque ellos no están adorando a la virgen de la altagracia sino más bien la están venerando. Pero lo que sucede es que la palabra veneración es un sinónimo de la palabra adoración. En otras palabras, cuando usted esta venerando la virgen de la altagracia usted si la está adorando, y entonces, si estamos metidos en problemas espirituales con Dios. Veamos lo que dice el diccionario definición acerca de la palabra veneración: “es el acto y el resultado de venerar (rendir culto, respetar al máximo a algo o a alguien)”. (3)

Como ves estimado lector, venerar y adorar es lo mismo. Son palabras sinónimas que significan lo mismo. Por lo tanto, rendir culto a la virgen de la altagracia, es lo mismo que venerar, adorar y alabar, pero las sagradas escrituras solo admiten la adoración a Dios, cualquier otra adoración dada a otro que no sea Dios, se llama idolatría. La idolatría es abominación a los ojos de Dios. La idolatría atrae los juicios de Dios hacia la nación que la practica y la promueve.

Cuando el apóstol Pablo visitó a Atenas en uno de sus viajes misioneros, su espíritu se enardecía viendo como los atenienses estaban entregados a la idolatría. En el libro de los hechos de los apóstoles capitulo 17 versículo 16 dice lo siguiente:

16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos.

17 Así que discutía en la sinagoga con los judíos y con los gentiles temerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes.” (4)

Si seguimos leyendo en dicho libro veremos que el apóstol Pablo no solo discutió con ellos sino que también aprovechó su visita por dicha ciudad y les predicó en contra de la práctica de la idolatría. En los versos 22 al 31 de dicho capítulo y libro, el apóstol Pablo declara lo siguiente:

22 Entonces Pablo poniéndose en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, percibo que sois muy religiosos en todo sentido.

23 Porque mientras pasaba y observaba los objetos de vuestra adoración, hallé también un altar con esta inscripción: AL DIOS DESCONOCIDO. Pues lo que vosotros adoráis sin conocer, eso os anuncio yo.

24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay , puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres , 25 ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas;

26 y de uno hizo todas las naciones del mundo para que habitaran sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado sus tiempos señalados y los límites de su habitación, 27 para que buscaran a Dios, si de alguna manera, palpando, le hallen, aunque no está lejos de ninguno de nosotros;

28 porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: «Porque también nosotros somos linaje suyo.

29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la naturaleza divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el arte y el pensamiento humano.

30 Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan,

31 porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos. (5)

Algunos católicos leyendo esto, enojados por lo que se está enseñando sobre el peligro de la idolatría, dirán: “lo que pasa es que los evangélicos odian la virgen de la altagracia”. Permitanme decirle que nosotros no odiamos a María (el nombre de la virgen de la altagracia es un invento de la iglesia católica para seguir promoviendo a sus feligreses la practica idolatrica). Al contrario, reconocemos en ella el privilegio de haber sido el vientre en el cual se desarrollará y luego diera luz al Mesías (Jesús el Cristo) por eso el ángel la llama la favorecida y la elogia por tal acontecimiento pero esto no le da facultad para ser adorada ni rendirle culto como pretenden la mayoría de los dominicanos mañana día 21 de enero.

Reconocemos que María es la madre de Jesus, el Salvador del Mundo, pero esto no le da la facultad legal de nombrarla patrona del pueblo dominicano porque las sagradas escrituras enseñan en el salmos 24 que: “…De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos”. (6) Por lo tanto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que, María no es la patrona del pueblo dominicano, sino más bien, Dios el Creador del Mundo, es el verdadero patrón de esta nación y del mundo entero.

Finalmente, luego de exponer estos puntos de vista, llamo a la reflexión a los dominicanos y dominicanas que sé que aman a Dios de corazón. Les digo, aléjense de la idolatría. Adoren a Dios, rindan culto a Él y celebren fiestas santas a Jehova. Por que las sagradas escrituras dicen en el evangelio de Juan capitulo 4, versículos 21-24 lo siguiente:

21 Jesús le dijo: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

22 Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.

23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.

24 Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. (7)

Fuentes consultadas:

(1) https://acento.com.do/2014/opinion/editorial/8148012-el-concordato-catolico-con-la-dictadura-trujillista-y-la-necesidad-de-cambiarlo/?cn-reloaded=1;

https://www.vatican.va/roman_curia/secretariat_state/archivio/documents/rc_seg-st_19540616_concordato-dominicana_sp.html;

(2) Biblia de las Américas (usada con permiso). Disponible en: https://bibliaparalela.com/lbla/exodus/20.htm;

(3) https://definicion.de/veneracion/;

(4) Biblia de las Américas (usada con permiso). Disponible en: https://bibliaparalela.com/lbla/acts/17.htm;

(5) Ibídem;

(6) Biblia Gateway (usada con permiso). Disponible en: https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+24&version=RVA

(7) Biblia de las Américas (usada con permiso). Disponible en: https://bibliaparalela.com/lbla/john/4.htm

Autor: Apóstol David Sandoval

“SI SE HUMILLARE MI PUEBLO”

2da de crónicas 7.14 dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.

En días pasados, estuve transmitiendo en Facebook Live este mismo tema y ahora siento publicarlo en texto para la edificación de cada uno de mis contactos en la red social de FB. La convocatoria que ha hecho, en días pasados, la comunidad cristiana evangélica en todas las naciones es una iniciativa muy interesante y que puede dejar resultados espirituales positivos. Dicha propuesta fue vista con beneplácito por la mayoría de las personas, incluso por las autoridades gubernamentales. De hecho, muchas de esas autoridades, también por iniciativa propia, convocaron en sus respectivos países que dirigen, jornada de ayuno y oración para humillarse y orar a Dios por la pandemia del covid-19 que ha paralizado prácticamente todas las actividades humanas.

Ahora bien, sin ánimo de contradecir esta sana intención, quiero explicar de que manera este acto de humillación puede dar sus resultados, de manera que Dios pueda obrar a favor de la humanidad deteniendo de una vez y por toda esta situación sanitaria que ha provocado muerte, separación social y la paralización económica de todas las naciones. Todos nosotros estamos enfocados en la parte del texto que habla sobre “humillación”, “invocar el nombre de Dios”, “orar” y “buscar el rostro de Dios”, olvidándonos que dichas acciones activan la gracia y misericordia de Dios para obrar a nuestro favor, si y solo sí, cumplimos con la condición descrita en dicho texto de que nos convirtamos de nuestros malos caminos.

Esa es la clave para activar el favor de Dios hacia nosotros, perdonando nuestros pecados y sanando nuestra tierra. Debemos reconocer que el pecado y la indiferencia de nosotros hacia Dios ha provocado que su enojo e ira se active para disciplinarnos y corregirnos para ver si somos capaces de apartarnos de nuestros malos caminos y volvamos hacia Él de todo nuestro corazón. No es un secreto para nadie de que el ser humano solo busca a Dios y se acuerda del Creador cuando está envuelto en situaciones que humanamente no son manejables.

Ahora bien, surge la pregunta ¿cuales son esos malos caminos a los que el texto que estudiamos se refiere? Esta pregunta se puede responder, buscando otro texto donde claramente se detalla dicha inquietud. En la epístola del apóstol Pablo a los Galatas, capítulo 5, versículos 19-21 dice lo siguiente:

Gál 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,

Gál 5:20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,

Gál 5:21 envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios.

Como pueden ver, el apóstol Pablo le da una lista de pecados que se practican, y muchas veces, ya son parte de nuestra vida, se han vuelto hábitos que ya se ve como algo normal pero que para Dios es pura desobediencia ya que, dichas prácticas no van acorde a sus principios establecidos. De modo que, para nosotros recibir de Dios el perdón de nuestros pecados y por consiguiente, experimentar la sanidad que Dios promete sobre nuestra tierra, debe haber una conversión de nuestros malos caminos. De acuerdo a los textos de Galatas 5.19-21, dejar de practicas dichas acciones, entonces veremos la promesa de Dios activarse a favor de nuestras vidas y nuestras naciones.

Finalmente, quiero enfatizar esto: si solo nos humillamos, invocamos el nombre de Dios, oramos y buscamos su rostro, pero estas acciones no nos llevan a la conversión de nuestros malos caminos, aunque suene muy duro, te lo diré, solo estamos practicando una religión más. Dios no trajo religiones al mundo, las religiones la han creado los hombres. El evangelio no es religión, es poder de Dios según Romanos 1.16, el evangelio son las buenas noticias de un mundo pecador que merece la condenación pero Dios toma la iniciativa de ofrecer el sacrificio de su único hijo que pague dicha condenación, y de este modo ser libre del pecado y volver a reconciliarse con su Creador.

Autor: Apóstol David Sandoval